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la espera
Se desvaneció la esperanza; llegó la mala noticia. Aún dolió más. Más dolió aún. Entonces comprendió lo triste que podía llegar a ser un aparcamiento.
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08 junio 2013
¿Hemos pasado ya lo peor?
Leo hoy a J.L.M. Campuzano, que titula "¿Hemos pasado ya lo peor".
Expresa sus dudas, que leo como un "no" camuflado, apoyado en una necesaria política de lo correcto.
Comparto con él que los problemas de fondo siguen sin solucionarse, sobre todo si soy consecuente con mi letanía de que el núcleo de los problemas es el sobreendeudamiento; el resto, falta de competitividad, sobrecapacidad, ..., son fieles, y a veces fuertes, aliados. Hay que reducir el apalancamiento, la deuda, y que sea de manera profunda y clara para todos. Señala, que hay dos problemas propios de España, el precio e inventario, ambos excesivos, del mercado inmobiliario. Y también, acertadísimamente a mi entender, en que no se acelera la integración europea.
Desconfía, yo también, en una recuperación únicamente basada en política monetaria. Llega a la segunda derivada, donde dice que el peligro puede llegar al crecimiento de los emergentes. Aquí yo veo que puede ocurrir cualquier cosa. Y entre muchos escenarios, una emancipación de los desarrollados, unas relaciones menos tuteladas, unas formas de trabajo en lo económico más directas entre ellos, alejándose de los clásicos actores en los mercados comerciales, monetarios, industriales, de materias primas, ...
Expresa sus dudas, que leo como un "no" camuflado, apoyado en una necesaria política de lo correcto.
Comparto con él que los problemas de fondo siguen sin solucionarse, sobre todo si soy consecuente con mi letanía de que el núcleo de los problemas es el sobreendeudamiento; el resto, falta de competitividad, sobrecapacidad, ..., son fieles, y a veces fuertes, aliados. Hay que reducir el apalancamiento, la deuda, y que sea de manera profunda y clara para todos. Señala, que hay dos problemas propios de España, el precio e inventario, ambos excesivos, del mercado inmobiliario. Y también, acertadísimamente a mi entender, en que no se acelera la integración europea.
Desconfía, yo también, en una recuperación únicamente basada en política monetaria. Llega a la segunda derivada, donde dice que el peligro puede llegar al crecimiento de los emergentes. Aquí yo veo que puede ocurrir cualquier cosa. Y entre muchos escenarios, una emancipación de los desarrollados, unas relaciones menos tuteladas, unas formas de trabajo en lo económico más directas entre ellos, alejándose de los clásicos actores en los mercados comerciales, monetarios, industriales, de materias primas, ...
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